sábado, 13 de septiembre de 2008

El caso Platero: ocupación de espacios políticos en el norte de Chile

El "fenómeno" que pudo cambiar la historia de la comuna de Huara, quebrada de Tarapacá. Con los principios del Ayni , enarbolando wiphalas y Jacha qhana.

La noche del 31 de octubre del 2004, Huara tuvo más estrellas de las que acostumbran cubrir la noche en la Pampa del Tamarugal, sin embargo, y a pesar de todos los esfuerzos, quince votos dejaron al margen la posibilidad de que por primera vez desde la historia republicana de Chile, un Mallku asumiera el cargo de alcalde en la comuna.

Tras sufrir hostigamiento del poder de los conglomerados políticos chilenos, persecuciones y desprestigio personal y familiar, Sergio Platero Chambe, mallku y profesor de arte de profesión, sabía que la decisión de exponerse públicamente tenía un objetivo, que es el que los indígenas ocupen espacios políticos, como cualquier otro ser humano. "Es tiempo que los indígenas alcancen otras esferas, porqué tenemos que estar reducido a un espacio, antes habían panaderos, luego profesores, mecánico, ahora hay profesionales con doctorados que son hijos de nuestros poblados, por qué no se puede pensar en un ministro indígena, un presidente indígena, nos siguen viendo como seres atrasados que hacen cosas atrasadas… los blancos nos temen y creen que les vamos despojar las cosas si llegamos a otras instancias", justificó Platero.

Platero creyó profundamente que la causa de aymaras y quechuas de Qollasuyu pasa por mostrar a la sociedad que efectivamente existimos, por ejemplo, con una identidad, historia, cultura, tradiciones, costumbres, justicia, territorio, religión distintos. "Ser indígena no cuenta, sólo para las 'cosas' bonitas que salgas con el charanguito, pero si quieres ser alcalde o presidente… hasta ahí no más llegó el indio simpático. La sociedad chilena debe entender que existimos y estamos vivitos, que sabemos hacer muchas cosas y somos capaces de muchas más", sentenció.


La candidatura

Sergio Platero Chambe, nació en la localidad de Huaviña, a corta edad junto a su familia se trasladó a Chusmiza, luego a Arica donde alcanzó los estudios universitarios, graduándose de profesor de Artes Plásticas en 1982 y egresando de Magíster en Educación Intercultural Bilingüe el 2004.

Paralelamente con sus actividades profesionales colaboró con las comunidades de la quebrada de Tarapacá, donde comenzó su trabajo educativo y de rescate cultural. No obstante, marcó su vida el haber sido nombrado Mallku.

"En 1996, después de una votación muy estrecha, sin ser dirigente sólo con ser un profesor y trabajar en lo cultural con mis alumnos, mi comunidad y poblados, fui elegido Mallku. Recuerdo que fui propuesto en el Consejo Nacional Aymara -CNA- en Iquique, en esa ocasión había ido con el grupo de lakas de la escuela y de repente me nombraron candidato, yo acepté y le dije a mi escuela porque era un compromiso. Y salí elegido por una votación estrecha. Ahí entendí lo que era ser Mallku, entendí que era una jefatura no sólo dirigencias sino que más política, donde había que crear una estrategia, fortalecer la parte espiritual", relató.

Con el nombramiento de Mallku por las comunas de Huara y Camiña por el periodo de dos años que se extendió a cinco, Platero, daba origen a su candidatura a alcalde.

En esa época hubo un quiebre en el CNA- Iquique, dejando sin dirigencia por un periodo de tres años, situación que impedía que Platero entregara el cargo, ese nuevo hecho hizo que ejerciera de Mallku por tres años más, donde siguió encabezando ceremonias, haciendo cartas y oficios por las comunidades, ayudando a la gente. Una vez que entregó su traje y bastón de mando, el profesor siguió, por clamor de las comunidades, ayudando y aprendiendo de la cultura andina y la riqueza del Tiwanaku, "sólo me instaba moverme el servicio, me hicieron sentir que el cargo tenia que ejercerlo, no llegaba nunca el término, es un como un compromiso moral con las comunidades, o sea fui una especie de Mallku clandestino", acotó.

Paralelo a su rol comunitario aymara y siempre con el fin de servir y no aprovechar para uso personal; Platero continuó con estudios de postgrado, trabajó para el Programa Orígenes y en la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena, CONADI (la institución especializada del Estado de Chile, que atiende las temáticas de las poblaciones indígenas) "Fue interesante trabajar ahí, sin embargo, me sentía cautivo por lo que me retiré, me quede siendo profesor siempre, y mallku, asumiendo el grado que me había dado al gente, ayudando a los niños y las comunidades, ese es mi deber", reiteró.

Con el desafío emprendido, el profesor Platero, el "paisano" como le dicen algunos en la quebrada, estaba convencido que esta candidatura era la demostración de que el sacrificio de nuestros abuelos no fue en vano "y si me tocó a mi yo di mi palabra como mallku y tenía que cumplirla, no fue fácil armar la candidatura, sobretodo por el tema económico porque el que tiene plata gana. Yo quise demostrar que en nuestras comunidades cuando queremos ser alférez toda nuestra gente nos ayuda", expresó el profesor quien confesó que desde el momento que inscribió la candidatura fue un peligro en Huara, ya que como profesor contratado por al misma administración municipal, sufrió restricciones en su trabajo, pero esos tragos amargos los soportaba por el compromiso con la Madre Tierra, por servir y demostrar que los indígenas podemos optar a esos espacios, iguales y

De acuerdo al mallku, la región de Tarapacá es importante distinguir que no se concibe un movimiento consolidado, donde la causa indígena sea el motor de las diversas organizaciones, las que a su juicio desarrollan un rol dirigencial-político-partidista y no de fortalecimiento de la identidad. "No hay un movimiento sólido, porque si hubiese existido, me hubiesen seguido cientos de indígenas, como me conocen y después de haber hablado con muchos de ellos".

En este intento permanente de desarticulación engendrado desde las denominadas políticas indígenas del Estado chileno, las organizaciones crecen, sin un enriquecimiento interno. Platero es categórico en señalar que la mayoría de los organismos actuales en Arica e Iquique se mueven en un mundo occidental "y para la foto se colocan su poncho y no saben realmente lo que significa, no lo sienten, no hay una política desde la escuela donde se incluya la formación indígena. Distinguir la voz indígena cuesta, porque se confunde con las otras voces… como nunca la hemos escuchado detenidamente".

Si bien es cierto, a pesar del trabajo, las convocatorias de las organizaciones de base y de los partidos políticos, la Concertación llegó al poder con el voto indígena, sin embargo, cuando las peticiones de los pueblos llegaron al Congreso chileno, fueron entrabadas, modificadas; en definitiva fue insatisfactoria para quienes vieron la posibilidad de ser reconocidos como pueblos vivos con una estructuración socio política propia, y no como un grupo étnico limitado al rescate cultural, es decir, en la práctica sólo una presencia "folclórica" y que están vivos sólo en los libros de historia.

"Cuando llegaron los gobiernos democráticos, los dirigentes encontraron "un espacio político" que no teníamos y pelearon por ese espacio para decir que estamos vivos, presentes y que podemos ayudar hacer leyes. En el fondo hubo un autoreconocimiento para que el resto también nos reconozcan, es decir, el involucrarse en el nuevo sistema político fue el intento de meterse como sea a hacer algo más arriba, sin perder nuestro sur. Sin embargo, algunos fueron asimilados por los partidos políticos, "ese es el peligro que se corre cuando se pierde la identidad original", explicó el profesor.

En esta nueva relación entre los aymaras y quechuas del norte chileno con el Estado, Platero reconoce que hay una intención por el respeto, pero sólo se queda en eso, más que en el derecho. "Entonces creo que Chile no está totalmente abierto a los pueblos originarios, como la ley indígena, por ejemplo…es un instrumento que se usa a la conveniencia, cuando se quiere resaltar la educación, los derechos…se recuerda, pero cuando hay que respetarlos, se olvidan. Hay un avance entre comillas, no sustancial, es para que el mundo de afuera lo vea", sentenció.

A lo que agregó que "existen movimientos más de protesta dura por esto, hay un crecimiento intelectual indígenas aparte de la movilización, asimismo nos falta unidad para lograr reivindicación, una especie de confederación de pueblos originarios. En una ocasión se planteó esa idea en Santiago, pero hay diferencias entre nosotros pueblos y la idea no se maduro en ese momento, además los partidos políticos se encargan de dividirnos. No hay que olvidar que es un tema de la conciencia de haber nacido indígena, el sur que tenemos, de ahí parte todo, porque si se es débil somos fáciles de dividir".

En esta rearticulación del movimiento, Platero plateó a través de su candidatura el fortalecimiento de la identidad y proponiendo a una localidad mestiza y diversa la posibilidad de la administración comunal desde la cosmovisión andina, planteamiento único en un Chile que sigue negándose a la multiculturalidad y heterogeneidad de sus habitantes.


El costo de una propuesta indígena

Según el censo del año 2002, Huara posee una población aproximada de 2.599 habitantes. La comuna pertenece a la provincia de Iquique, región de Tarapacá. Ésta última es la zona del país que concentra la quinta mayoría de la población indígena, con un 7,1 por ciento del total de los originarios en Chile, siendo 49.089 personas, constituido fundamentalmente por aymaras y quechuas.

El resto de la población lo constituye, sobre todo en la provincia de Iquique, descendientes de inmigrantes de las zonas centro sur de Chile, así como extranjeros que llegaron a estas latitudes en épocas del apogeo del "oro blanco", a contar de la década del 20 en el siglo pasado.

Ante este escenario de diversidad, Platero diseñó un trabajo para el periodo de administración municipal de cuatro años, con deas basadas en los principios andinos, sacando fuerzas de los difuntos, montañas, cerros, agua, "ellos me nutrieron, yo les pedí a los mallkus montañas que me ayudaran para lo que viniera.

Conceptos importante de inspiración para el trabajo, fue el AYNI, que nos demuestra que es posible un trabajo en comunidad; mas la parte creativa de mi logo, con la Jacha qhana, salí con mi con mi chullpa,me decían el indio, el paisano, quizás por eso votaron por mi, incluso los no indígena confiaron en mi…"

Platero recorrió los poblados de la quebrada de Tarapacá, apoyado fundamentalmente por sus hermanos de Huaviña. En este recorrido por la candidatura a alcalde y de concejala por la joven estudiante de Pedagogía Intercultural Bilingüe en la Universidad Arturo Prat, Cecilia García Calisaya, también se adhirieron ciudadanos no indígenas, que vieron en el profesor a un hombre honesto y consecuente en su acción pública.

A lo que añadió "estamos en un período colonial aún, siempre son los mismos…era una oportunidad para los pueblos indígenas y esperábamos que todos dijeran estamos contigo porque tu representas nuestro pasado y presente. No quise golpear puertas yo creo que los partidos pensaron que era un candidato perdido, por ser independiente e indígena, hubo una discriminación política, conocí el mundo de la descalificación política, hablaron mal de mi y lamentablemente nuestra gente se la creyó".

"Mi comando fue chiquito comparado con el candidato oficialista, lo conformaron dos jóvenes, dos señoras cincuentonas -una de ellas con su hijo minusválido-. Todos se movían haciendo beneficio para mostrar la diferencia, queríamos demostrar un sistema diferente y fuimos una campaña distinta, la gráfica y estrategia diferente, era como una locura, pero yo sabía que si dentro de cada persona estaba la llama indígena del pasado

Relató Platero quien inventó un logo usando la Jacha qhana. "La gente no entendía mi lógica, eso de pedir ayuda ayni".

El 31 de octubre, no fue normal en Huara, hubo intimidaciones por parte del comando del candidato de gobierno Felipe Rocha, en medio de denuncias de irregularidades por parte del profesor Platero, el edil del PRSD fue nuevamente ungido como alcalde.

Los días siguientes, fueron para solicitar la revisión de las votaciones al Tribunal Electoral Regional, TRICEL. "Reclamo el acarreo de gente, que en algunos casos, sólo el día de la elección conocieron Huara. Inclusive hubo muchos que asombrados y burlescos se preguntaban cómo podían la vivir en esta localidad. En el fondo esto quiere decir que las personas que vienen de otras ciudades no conocen la realidad ni geográfica, ni social de nuestra comuna", afirma el ex candidato a alcalde a la prensa iquiqueña.

Platero con documentos en mano, contó que en primera instancia los resultados arrojaron ganador a Felipe Rocha con 739 votos, mientas que 651 votos para él, en el universo de 2.833 sufragios validamente emitidos.

"Primero la diferencia decía 86 votos, luego 42, finalmente el resultado una diferencia de 15 votos. Como no tengo influencias políticas, ni económicas, se esperaba una derrota contundente, pero fue una diferencia de 15 votos solamente, dándose la lógica que podemos hacer cosas. Sin embargo no pudimos seguir con al demanda porque si tuviera un equipo fuerte de publicidad, abogados, asesores de todo tipo, podría haber seguido con esta investigación y pedir la revisión las cuentas en el TRICEL, pero no le tenía… fue de buena voluntad las verificaciones realizadas, los personas que no querían firmar, los testigos tenían miedo, hubo una campaña de terror en contra de la gente que estaba conmigo. Nos sacaron fotos, vigilancia de casas, incluso ingresaron a una vivienda, intervinieron las llamadas telefónicas…me sentí en una dictadura en plena democracia".


Lo que viene: nueva candidatura 2008

"Después del resultado hubo un despertar, la gente vio que era posible, no tuvimos la fe suficiente, esa es la autocrítica, y la gente por una calamina o alguna ayuda solo pensaron en ellos mismos, no olvidemos que el mundo indígena es comunitario".

"Se hizo un hombre en la época de la colonia chilena, se moldeó otro hombre en la república, lo que ocurre en este momento es la cosecha de lo que el hombre blanco hizo, o sea ellos sembraron bien, y cambiar esta cosecha tomara años, no obstante, está brotando gente importante con otra visión del movimiento indígena, los que demandan el reconocimiento de quienes somos. Mientras tanto nos estamos reiniciando, no podemos hablar de autonomía aún, lamentablemente el divisionismo por la intervención política todavía persiste", expuso.

En esta reflexión acerca de la realidad indígena de la zona de aymara-quechua en Chile, Platero está convencido que al juventud es fundamental para la conformación de un movimiento indio. "Mi generación ya está terminando, tenemos que dejar un camino avanzado y los jóvenes que ya entienden el mensaje ancestral tienen que asumirlo y hacer la segunda parte de este esfuerzo, así los niños llevaran un proceso más consolidado, la causa va más allá de nosotros; es por nuestros padres, abuelos; por la lucha que dieron y los atropellos que sufrieron. Es por ello que tiene que nacerle la indiada de adentro, tener interés por lo que pasa en los poblados, hay niños, problemas de agua y caminos".

"Hemos ganado espacios, el resultado en Huara es un ejemplo consolidado. Convencernos que venimos de un gran pueblo y estamos preparados para grandes cosas. Si me acompañas tenemos esperanzas…", finalizó Sergio Platero, Mallku, profesor, indígena del norte de Chile que lucha por espacios que permitan ejercitar la autonomía como pueblo.

Ensayo de Leyla Noriega Zegarra,
Abril 2006.
publicado en: http://www.renacerbol.com.ar/ed109/abya_yala05.htm

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